Después de desayunar hemos preguntado en recepción por los casillos más importantes de la zona, y nos han dicho que son tres, Chenonceau, Chambord y Cheverny. Como el que más nos atraía era el de Chenonceau (es como un castillo-puente sobre un río) y además solo vamos a estar un día, nos hemos ido para allí, a unos 40km del camping. El paisaje por esta zona es muy bonito, con muchísimo bosque y ríos por todos lados, además cruzando unos pueblecitos increíbles. El castillo también nos ha gustado mucho, ya que aunque es bastante pequeño, está en un entorno único, con el río cruzando por debajo del castillo y rodeados de jardines muy pero que muy bien cuidados.
Después de verlo y dar un paseo por los jardines, le hemos dado de comer a Blanca y nos hemos ido a comer nosotros, y a hacer otra vez compras de algunas cosillas de comer que nos hacen falta, que la nevera es muy pequeña y tenemos que comprar de poco en poco para que no se nos estropee nada.
Sobre las seis de la tarde hemos llegado al camping, y acababan de llegar Paco y Salo (los de Santander), así que nos hemos ido a la piscina con ellos para que los cuatro niños hicieran el cafre toda la tarde.
Por la noche después de cenar, David ha soplado la vela y le hemos vuelto a cantar el cumpleaños feliz otras cuantas veces. Paco también nos ha invitado a bombones de Mickey que le habían regalado, porque también cumplía el mismo día que David.
Después los niños se han ido a jugar por el camping y los mayores nos hemos quedado de tertulia al fresquito, que también tenemos derecho de vez en cuando.
Veo una familia feliz
ResponderEliminar